Caravana migrante avanza más de 100 Kilómetros desde Suchiate, Chiapas

Una caravana migrante compuesta por aproximadamente 2,000 personas de diversas nacionalidades ha recorrido más de 100 kilómetros desde su salida el domingo pasado del municipio de Suchiate, Chiapas. Este jueves, el grupo transitó sin inconvenientes por el Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo (CAIFT), ubicado en el municipio de Huixtla, a pesar de las estrictas medidas de control en la región.

Los migrantes, quienes partieron a las 4 de la mañana desde Huixtla, se dirigieron hacia Escuintla, una distancia aproximada de 30 kilómetros. El CAIFT, conocido por su fuerte vigilancia y por ser un punto crítico en la frontera sur de México, había suscitado temores entre los migrantes sobre posibles restricciones o impedimentos para continuar su trayecto. Sin embargo, el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y otras agencias encargadas de la seguridad fronteriza permitieron el paso del contingente sin mayores contratiempos.

“Todo va bien. Hasta la ayuda de Migración hemos tenido porque no he visto amenazas; nos están apoyando”, expresó Rosa Mayelín, una migrante cubana, al destacar la cooperación recibida durante su travesía.

Desde su partida, la caravana ha enfrentado condiciones arduas. Fátima Vázquez, una salvadoreña que viaja en bicicleta con su hija, describió la etapa actual como particularmente agotadora. “No esperaba que fuera así el recorrido. Es bien cansado, a pesar de que voy en la bicicleta”, comentó la mujer de 33 años, quien planea llegar a la Ciudad de México con la esperanza de reparar su bicicleta en caso de necesitarlo.

El grupo está compuesto por migrantes provenientes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Cuba, Ecuador, Colombia y otros países. Su destino final es la frontera norte de México, desde donde intentarán cruzar hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida.

El apoyo recibido de parte de los residentes locales, quienes les han ofrecido agua y asistencia, ha sido crucial para mantener la moral alta entre los caminantes.

 

Redacción / El Telégrafo