Candace Chapman Scott, una extrabajadora de una morgue en Arkansas, admitió el jueves su culpabilidad en la venta de 24 cajas de restos humanos sustraídos de cadáveres de una facultad de medicina a un individuo en Pensilvania por casi 11 mil dólares. Este caso forma parte de una amplia red de robo y comercio ilegal de restos humanos que involucra tanto al depósito de cadáveres de Arkansas como a la Facultad de Medicina de Harvard.
En un tribunal federal, Scott se declaró culpable de asociación delictuosa para cometer fraude postal y de transportar propiedad robada de un estado a otro. Este cambio en su declaración ocurre después de haberse declarado inocente el año pasado cuando fue acusada inicialmente.
Según los informes, Scott organizó las transacciones con un hombre de Pensilvania, Jeremy Pauley, a quien conoció en un grupo de Facebook relacionado con “rarezas”. Pauley también se declaró culpable en septiembre pasado por su participación en el robo y venta de restos humanos de las instalaciones de Arkansas y Harvard.
Scott trabajaba en los Servicios Centrales del Depósito de Cadáveres de Arkansas, donde se encargaba del transporte, cremación y embalsamamiento de restos humanos. La Universidad de Arkansas para las Ciencias Médicas en Little Rock es la entidad a la que la facultad de medicina enviaba los restos de cadáveres donados para su uso educativo.
En un acuerdo alcanzado con los fiscales federales, se retiraron diez cargos adicionales de fraude postal y electrónico contra Scott. En cuanto a las consecuencias legales, enfrenta hasta 10 años de prisión y una multa de hasta 250 mil dólares por el cargo de transportar propiedad robada, y hasta 20 años de prisión y una multa de igual magnitud por el cargo de fraude postal.
La fecha de sentencia aún no ha sido programada.
Redacción / El Telégrafo











