La NASA ha estado observando de cerca la ‘Anomalía del Atlántico Sur’ (SAA por sus siglas en inglés) durante varios años, una abolladura en el campo magnético de la Tierra ubicada sobre América Latina, que se ha debilitado progresivamente a lo largo del tiempo.
Según los informes de monitoreo de la NASA, esta anomalía ha experimentado un aumento del 7% en los últimos cuatro años. Aunque aún no se ha comprendido completamente su naturaleza, un estudio sugiere que la anomalía magnética comenzó a formarse hace aproximadamente 11 millones de años.
La ‘Anomalía del Atlántico Sur’ es una región donde el campo magnético terrestre está notablemente debilitado, actuando como una especie de abolladura o “bache” que no se encuentra en ninguna otra parte del planeta. Los científicos continúan investigando este fenómeno de cerca para comprender sus implicaciones.
El campo magnético de la Tierra cumple un papel fundamental al proteger a los humanos y la tecnología de las partículas cargadas del Sol, así como mantener la estabilidad tecnológica y biológica. Sin embargo, la SAA ha afectado a los satélites artificiales al dejarlos vulnerables a las tormentas solares cuando pasan por esta región. La NASA ha documentado problemas en dispositivos espaciales que han experimentado cortocircuitos o fallos debido a estas condiciones.
La ‘Anomalía del Atlántico Sur’ se ubica sobre el Océano Atlántico Sur y afecta principalmente a países de Sudamérica como Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Aunque la NASA asegura que esta anomalía no representa un peligro para la vida en la Tierra, su impacto en la tecnología espacial es motivo de preocupación y seguimiento continuo.