La decisión de Google de despedir a 28 empleados que protestaron en sus oficinas en contra del controvertido contrato del Proyecto Nimbus ha generado controversia y críticas, según informa la radiodifusión pública National Public Radio (NPR).
Según NPR, los trabajadores fueron despedidos por “impedir físicamente el trabajo de otros empleados de Google”.
El grupo No Tech for Apartheid, compuesto por empleados de Google, ha estado presionando desde 2021 para que Google abandone sus contratos con el gobierno israelí. “Google estaba literalmente silenciando nuestras voces en el lugar de trabajo y no permitía que se expresara ningún tipo de disidencia de los trabajadores en torno al proyecto”, aseguró Zelda Montes, miembro de No Tech for Apartheid, para NPR.
El martes 18 de abril, el grupo organizó protestas en las oficinas de Google en Silicon Valley, Nueva York y Seattle, con la participación de más de 100 manifestantes. Al día siguiente, Google despidió a Montes y a otros 27 empleados que formaban parte del grupo No Tech for Apartheid, incluso a aquellos que no participaron físicamente en las protestas pero que fueron identificados como miembros del grupo a través de la vigilancia en la oficina.
Google acusó a los manifestantes de acoso, hostigamiento y violación de políticas internas, alegando que habían vandalizado propiedad privada e impedido el acceso a otros empleados. Sin embargo, los trabajadores han negado estas acusaciones, afirmando que su protesta fue pacífica y que no amenazaron ni dañaron a otros empleados.

A través de un comunicado, No Tech for Apartheid rechazó las afirmaciones de Google, señalando que si alguien ha sido acosado y hostigado, son sus colegas palestinos, árabes y musulmanes.
Además, el grupo denunció que Google está tergiversando públicamente el alcance del Proyecto Nimbus, que según la agencia de noticias NotiPress, es una infraestructura de nube para supervisar sectores clave, especialmente en materia de defensa y finanzas.
Mientras tanto, un reportaje de la revista Time afirma que Google ha desarrollado herramientas a medida para el Ministerio de Defensa de Israel y ha aumentado sus contratos con las fuerzas de ocupación israelíes desde el inicio del conflicto en Gaza.
Organizaciones de la sociedad civil como R3D (Red en Defensa de los Derechos Digitales) advierten que las voces palestinas están siendo silenciadas en línea, planteando interrogantes sobre la responsabilidad y el impacto ético de estas plataformas tecnológicas en los conflictos internacionales.
Redacción / El Teléfono







