Una tragedia se dió en la región montañosa de Cachemira el jueves pasado, cuando un autobús que transportaba peregrinos hindúes se precipitó por un profundo barranco, dejando un saldo desgarrador de 21 personas muertas y al menos 35 heridas, algunas de ellas en estado crítico, según informaron las autoridades locales.
El accidente tuvo lugar en una peligrosa carretera en la región de Jammu, India, cuando el autobús perdió el control y cayó por un desfiladero de 45,7 metros (150 pies) de altura. Aún se están investigando las causas exactas que provocaron este trágico suceso.
Según Rajinder Singh, jefe de transporte del estado, el autobús estaba transportando peregrinos hacia el templo de Shiv Khori, ubicado en la zona de Reasi, en Jammu. Este incidente vuelve a poner de relieve las preocupaciones sobre la seguridad en las carreteras de la India, país que enfrenta una de las tasas de mortalidad en carretera más altas del mundo.
Los accidentes viales en la India suelen atribuirse a una combinación de factores, que incluyen la conducción temeraria, el mal estado de las carreteras y el envejecimiento de los vehículos. Esta tragedia se suma a una serie de incidentes lamentables que han sacudido al país en los últimos años, recordando la urgente necesidad de medidas más estrictas para garantizar la seguridad en las carreteras.
En 2022, otro trágico evento marcó los titulares cuando un puente colgante centenario se desplomó sobre un río en el estado occidental indio de Gujarat, arrojando a cientos de personas al agua y cobrando la vida de al menos 132 personas. Este desastre se contabiliza como uno de los peores accidentes ocurridos en la India en la última década, subrayando la importancia de la infraestructura segura y la implementación eficaz de medidas de seguridad vial en el país.
Redacción / El Telégrafo
