General Electric Appliances traslada parte de su producción a EE. UU.
General Electric Appliances ha tomado la decisión de trasladar parte de su producción de México y China a Estados Unidos. Esta reubicación se enfocará en plantas ubicadas en Kentucky, Georgia, Alabama, Tennessee y Carolina del Sur. La medida surge como respuesta a las políticas arancelarias implementadas por la administración de Donald Trump, que buscan fomentar la manufactura nacional en territorio estadounidense.
Entre los productos que se trasladarán se encuentran cocinas de gas, refrigeradores y calentadores de agua, actualmente fabricados en México. Para llevar a cabo esta transición, la compañía ha anunciado una inversión de 3,000 millones de dólares, dirigida a expandir y modernizar sus operaciones dentro de Estados Unidos. Se estima que esta inversión generará más de 1,000 nuevos empleos en un plazo de cinco años, marcando la segunda inversión más grande en la historia de GE Appliances.
Esta inyección de capital tiene como objetivo fortalecer la producción interna, acercando la fabricación a los clientes, mejorando el entrenamiento de la fuerza laboral y potenciando la automatización en los procesos de producción. Sin embargo, a pesar del traslado parcial de operaciones, General Electric no planea cerrar completamente sus instalaciones en México. La empresa mantendrá su infraestructura relacionada con productos eléctricos, motores industriales y otros sectores, como energía, automatización, salud y aviación.
Aun así, esta decisión implica una notable reducción en la actividad manufacturera en México, lo que conlleva la potencial pérdida de empleos calificados asociados con la fabricación de los electrodomésticos que serán trasladados a Estados Unidos. Este movimiento no solo redefine el panorama de la producción de la compañía, sino que también plantea desafíos económicos para México, debido a la disminución de su producción industrial y el empleo relacionado.