Sigue sin Justicia Ángel Manuel

El caso del adolescente de 14 años que falleció dentro del albergue Fabriles sigue con irregularidades

La extraña muerte de Ángel Manuel que ocurrió el pasado nueve de febrero al interior del albergue Fabriles del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Nuevo León (DIFNL) continúa dando de qué hablar, ya que se dio a conocer hasta el 18 del mes antes mencionado y las causas del deceso siguen sin ser esclarecidas.

Según las autoridades, Manuel Moreno murió tras supuestamente presentar malestares estomacales, específicamente un “choque séptico de abdomen agudo”, además de sufrir crisis epilépticas, discapacidad intelectual y trastorno depresivo persistente.

Pero de acuerdo con declaraciones del DIF, Ángel tenía tratamiento médico controlado y, al parecer, fue atendido por médicos y especialistas de la organización, sin embargo, debido a los malestares que presentó perdió la vida a las 01:54 horas del día nueve de febrero, refirió La Oficina de Comunicación de Nuevo León.

Cabe mencionar que no se le realizó la autopsia de ley y su cuerpo fue cremado por la autorización de su tutor legal Mauricio Massa García, la cremación impidió que los peritos realizaran la autopsia para determinar las casusas reales y mostrar una carta de defunción con argumentos científicos.

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El DIF de Nuevo León sostiene la decisión de cremar los restos del menor mediante la Ley General de Salud, la cual habla de que el procedimiento tendría que hacerse dentro de las 48 horas posteriores a la muerte.

Aunque, el articulo 348 de esta misma ley establece que, para realizar este procedimiento se debe tener el permiso del Registro Civil estatal también de la Fiscalía General de Justicia estatal o del Poder Judicial de Nuevo León.

La Secretaría de Salud indica que el Certificado de Defunción o muerte fetal se debe pedir al médico que atendió al fallecido durante su última enfermedad y el documento debe ser expedido por clínicas u hospitales oficiales o con un médico particular.

Tras las investigaciones de la fiscalía general de Justicia, Miguel Ángel Sánchez Rivera (en ese entonces director del DIFNL) renunció a su puesto y su cargo lo tomo Gloria Ivette Bazán Villarreal.

Ya pasaron diez meses desde el lamentable suceso y la Fiscalía (ahora al mando de Pedro Arce) aún no ha brindado mayor información al respecto, a carpeta se mantiene abierta y al concluir las indagatorias se espera un informe por parte de la autoridad judicial.

“Es un caso que no debe quedar en el olvido” afirmaron integrantes de diversas organizaciones civiles que quieren justicia para Ángel Manuel.