Sigue sin tener rehabilitación carretera de Aramberri

A pesar de las promesas oficiales y el banderazo de inicio de obras, la carretera que conecta el Ejido Sandía con el Salero, en el sur de Nuevo León, sigue en pésimas condiciones, poniendo en riesgo la seguridad de los habitantes de la región y de los viajeros que utilizan esta vía para reducir el tiempo de traslado a Monterrey.

La carretera, que fue construida con el propósito de facilitar la comunicación entre esta zona rural y la capital del estado, ha sido una de las principales quejas de los habitantes de municipios cercanos como Aramberri. Durante más de un año, la promesa de rehabilitación ha quedado en promesas incumplidas.

El gobernador Samuel García, en compañía del alcalde de Aramberri, Martín Castillo, dio el banderazo de inicio a las obras de rehabilitación el año pasado. Sin embargo, como lo denuncian los habitantes de la región, la carretera sigue sin una reparación integral y continúa siendo un peligro para quienes transitan por ella.

En marzo de este año, Baltazar Martínez, entonces encargado del área de Infraestructura del estado, visitó la zona en un acto de fotografía en el que anunció que la rehabilitación comenzaría pronto. Sin embargo, según los residentes, esa visita fue solo una fachada. “Dijo que la maquinaria comenzaría a trabajar, pero solo taparon algunos baches y después no volvimos a ver a nadie”, comentó uno de los vecinos que pidió el anonimato.

La falta de acción en la rehabilitación de la carretera fue seguida por la sorpresiva renuncia de Baltazar Martínez, quien, días después, anunció su intención de participar en las elecciones para una diputación local. La falta de maquinaria y avances en la obra dejó claro que la promesa de rehabilitación fue una simple acción mediática para generar expectativas en la población.

Por otro lado, los alcaldes de la región, quienes también han enfrentado la presión por el mal estado de la carretera, trataron de paliar la situación con recursos limitados. A lo largo de los últimos meses, las administraciones municipales de Aramberri y otros pueblos cercanos han reparado los baches más grandes de la carretera, pero debido a los limitados presupuestos municipales, no han podido abordar la magnitud de los daños.

La situación de la carretera sigue sin cambios significativos, lo que deja una sensación de desilusión entre los habitantes de la zona, quienes exigen que las autoridades locales y estatales asuman su responsabilidad y den atención urgente a esta vía, que es vital para la movilidad de miles de personas en el sur de Nuevo León.

“Ya estamos cansados de que nos prometan y no hagan nada. Esta carretera no solo es un problema para los que vivimos aquí, sino también para los turistas o personas que viajan de Monterrey hacia el sur”, expresó otro vecino de la zona, quien agregó que la inseguridad vial es cada vez mayor debido a los baches y el deterioro de la superficie.

Mientras tanto, los habitantes esperan que el gobierno estatal y los municipios de la región retomen el compromiso con la rehabilitación de la carretera, una obra que, según ellos, es urgente para mejorar la conectividad y la seguridad vial en la zona.