Actualmente, Madagascar es un punto clave del mundo para la producción de cacao, además de producir uno de los mejores del planeta; sin embargo, lo que llama la atención, es el nuevo enfoque del cultivo en el País, donde beneficios interesantes están saliendo de ese lugar, tanto para el cacao en sí, como para el resto de plantaciones en sus tierras.
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Se ha dejado en claro que todas las prácticas agrícolas tradicionales y con años de mantenerse establecidas, han agotado el suelo para el cultivo del arroz, que está definido como el cultivo básico en el país, debido a esto se están buscando maneras de no afectar las tierras que por tantos años han producido grandes cantidades del grano de arroz.
Es por ello, que la agrosilvicultura, un método que combina la plantación de árboles y la agricultura, está teniendo un renacimiento en la región, con el propósito de exponenciar el cultivo del cacao y mejorar su rendimiento, sin afectar el resto de cultivos.
¿Cómo se implementa este método en el cacao? Debido a que algunas variedades de cacao no toleran el calor, los árboles frutales de las regiones de siembra y los de madera dura, se han mezclado con los del cacao con el fin de darles sombra a estos últimos, propiciando una siembra efectiva y que no se vea afectada por el calor de la región.
Además de ello, se propicia la siembra de diversas variedades de árboles de la región, sin descuidar el medio ambiente que ya se ha visto demasiado afectado por la tala excesiva; aunado a ello la fauna y la biodiversidad aumentan en la región, especies como los lémures de Madagascar, regresan a su tierra.
“La agrosilvicultura incentiva a la gente a proteger los bosques y a reclamar la tierra reforestando, y no necesariamente despejándola” afirma Salohy Soloarivelo, quien funge como responsable de medio ambiente de la misión USAID, una agencia de cooperación del Gobierno de los Estados Unidos en Madagascar.