La vida de Christopher Gilbert, un joven aspirante a médico de 26 años, se vio trágicamente alterada cuando una supuesta amiga lo empujó al lago D’Arboone en un restaurante de la ciudad de Farmerville, en el norte de Luisiana, Estados Unidos. El incidente, ocurrido en abril pasado, dejó a Gilbert al borde de la muerte por ahogamiento, ya que no sabía nadar y estuvo sumergido bajo el agua durante cerca de 20 minutos antes de ser rescatado por otro cliente.
La madre de Christopher, Yolanda George, expresó su angustia y devastación ante la situación: “Estaba devastada. Sentí que mi vida había terminado en ese momento. Mi hijo aspira a ser médico… Obtuvieron su maestría el año pasado en ciencias biológicas. Se están preparando para la escuela de medicina, así que, que le haya sucedido esto… estaba devastada”.
Tras el rescate, Christopher fue llevado de urgencia al hospital, donde los médicos le informaron a la familia que tenía prácticamente muerte cerebral y que sus órganos estaban empezando a fallar. Sin embargo, el viernes pasado, Christopher recuperó la conciencia y se le retiró el soporte vital. Aunque aún enfrenta un largo camino hacia la recuperación, ha logrado recuperar la capacidad de comer solo.

Una investigación más profunda reveló que la amiga del grupo que acompañaba a Christopher admitió haberlo empujado al lago. Según Claudia Payne, abogada de la familia, esto constituye un acto de violencia intencional que merece ser tratado como un delito. La madre de Christopher recordó la sorprendente respuesta de la presunta responsable: “Bueno, señora, no sabía que ese hombre no sabía nadar”.
La familia de Gilbert busca justicia y responsabilidad en este caso. Esperan que la policía arreste a la persona que lo empujó al lago y también están considerando responsabilizar al dueño del restaurante por no mantener seguro a Christopher, sabiendo que no sabía nadar.
Redacción / El Telégrafo











