15 de noviembre: Un día para concientizar sobre el uso de bebidas alcohólicas

En un contexto de creciente preocupación por la seguridad vial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado un dato alarmante: hasta el 21% de los accidentes de tránsito en el mundo pueden ser atribuidos a la conducción bajo los efectos del alcohol. Esta cifra subraya la magnitud de los riesgos que implica conducir después de consumir bebidas alcohólicas, y pone de manifiesto la urgencia de redoblar los esfuerzos en materia de prevención, educación y aplicación de normativas más estrictas para reducir la siniestralidad vial.

El alcohol, incluso en bajas concentraciones, afecta las capacidades motoras y cognitivas de los conductores, disminuyendo su tiempo de reacción, su capacidad de toma de decisiones y su atención en la carretera. Esta combinación de factores aumenta considerablemente las probabilidades de sufrir un accidente, ya sea por pérdida de control del vehículo, choques, atropellos o colisiones con otros automóviles.

De acuerdo con estudios de la OMS, el consumo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo para los accidentes de tránsito en todo el mundo. Las estadísticas muestran que, a pesar de los esfuerzos por concientizar a la población sobre los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol, este sigue siendo uno de los comportamientos más comunes en las carreteras, especialmente durante las festividades y celebraciones donde el consumo de bebidas alcohólicas tiende a incrementarse.

En este sentido, expertos en seguridad vial insisten en la importancia de implementar políticas públicas eficaces que combinen la educación preventiva, el fortalecimiento de la legislación y una mayor presencia de controles de alcoholímetro en las vías. “Reducir el consumo de alcohol al volante es esencial para salvar vidas. Es una responsabilidad tanto de los conductores como de las autoridades garantizar que nuestras carreteras sean más seguras para todos”, afirmó un portavoz de la OMS.

Además de las medidas preventivas, las autoridades también han subrayado la necesidad de ofrecer alternativas al consumo de alcohol, como el uso de transporte público, taxis o aplicaciones de movilidad, para evitar que los conductores se pongan en peligro a sí mismos y a los demás.

En México, donde los accidentes de tránsito representan una de las principales causas de muerte, especialmente entre jóvenes, las autoridades siguen promoviendo campañas como la de “No lo hagas”, destinada a concientizar sobre los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, el desafío sigue siendo enorme, ya que muchos conductores subestiman los riesgos asociados con el consumo de alcohol, lo que contribuye a la alta tasa de siniestralidad.