En medio de un panorama desolador, la familia de Magaly, residente de la colonia Cantú del Centro de Monterrey, enfrenta una pesadilla que ha perdurado durante los últimos cuatro meses. La situación, originada por graves problemas de drenaje en su hogar, ha transformado la vida cotidiana de esta familia en una lucha constante por la supervivencia y el bienestar.
Desde el 31 de diciembre de 2023, Magaly ha realizado múltiples reportes a las autoridades de Agua y Drenaje de Monterrey, intentando en vano encontrar una solución a la situación que ha invadido su hogar. A pesar de mostrar pruebas contundentes, como fotos y videos del problema, las respuestas han sido insuficientes, dejando a la familia atrapada en un círculo de desesperación.
El drenaje defectuoso de la vivienda de Magaly ha traído consigo una serie de consecuencias devastadoras. Al abrir la llave, se desata un horror inimaginable: heces emergen de las coladeras, inundando el ambiente con un olor repugnante y creando un entorno altamente insalubre. La rutina diaria se ha visto trastornada por esta situación, obligando a la familia a comer en la banqueta y a buscar refugio en casa de sus padres para realizar actividades tan básicas como bañarse.
Pero el problema va más allá de la incomodidad y el malestar físico. La salud de la familia se ha visto gravemente comprometida, con episodios recurrentes de vómitos, diarrea y malestar estomacal. La presencia constante de excremento en los baños y la imposibilidad de erradicar el olor nauseabundo han convertido su hogar en una trampa para la enfermedad y el sufrimiento.
Magaly y su familia, junto con otros vecinos afectados, claman por una pronta intervención de las autoridades de Agua y Drenaje de Monterrey. No solo necesitan una solución urgente a su problema de drenaje, sino también el restablecimiento de su dignidad y la garantía de un entorno habitable y seguro. Ante la desesperación y el desamparo, solo queda esperar que la ayuda llegue pronto y ponga fin a esta cruel pesadilla que los ha consumido durante demasiado tiempo.
Redacción / El Telégrafo
