Tragedia y terror han sacudido la tranquila comunidad de Nueva Morelia, en Chicomuselo Chiapas, donde el pasado fin de semana tuvo lugar una masacre que ha dejado a la población sumida en el dolor y el miedo.
Las autoridades han logrado identificar a nueve de las once personas brutalmente asesinadas en este violento episodio, que ha sido atribuido a un enfrentamiento entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Sinaloa (CDS) por el control de territorios en el estado sureño.
La familia del catequista de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Ignacio, quien además era aspirante al diaconado, fue el blanco de este ataque directo. Un grupo armado ingresó a la comunidad y, sin contemplaciones, abrió fuego contra la casa donde residía la familia de Ignacio. Posteriormente, incendiaron la vivienda con los cuerpos adentro, mientras grababan macabros vídeos que circularon en redes sociales.
Las autoridades se vieron impedidas de acceder a la comunidad hasta el día lunes 13 de mayo, cuando finalmente pudieron recuperar los cuerpos de las víctimas. El martes, se llevaron a cabo las tareas de identificación, revelando los nombres de los fallecidos.
Entre las víctimas se encontraba la esposa de Ignacio, Isidra, así como su hermana Rosalinda, su padre Alfonso, y su cuñada Tere, también conocida como Teresita. Yohari Belén, de apenas 18 años, era sobrina de Ignacio, mientras que Dolores era tía de Tere.
La comunidad despidió a sus seres queridos en un emotivo acto de sepelio llevado a cabo ayer miércoles 16 de mayo, mientras que el miedo y la consternación se apoderan de las calles de Nueva Morelia, recordándoles que la violencia del narcotráfico puede alcanzarlos en cualquier momento y lugar.
Redacción / El Telégrafo