La llegada de las olas de calor en México ha desencadenado una preocupante aparición: la “supercucaracha”, un insecto resistente a varios tipos de pesticidas y capaz de transmitir virus a los seres humanos.
El aumento de la presencia de cucarachas en los hogares se ha convertido en una problemática destacada en México, donde la empresa de fumigación Sifsa ha identificado hasta 15 especies como amenazas significativas para la salud pública.
Entre estas, la cucaracha alemana, científicamente conocida como Blattella germanica, ha generado especial inquietud debido a su resistencia a múltiples pesticidas y su capacidad para transmitir patógenos, lo que la vincula al síndrome asmático.
Emmanuel Rosales, experto en manejo sustentable de fauna nociva de Sifsa, explica que la resistencia de estos insectos se debe a una carga genética fortalecida por generaciones de sobrevivientes a insecticidas, algunos de los cuales ya están prohibidos por sus riesgos para la salud humana.
La adaptabilidad y rapidez con la que desarrollan resistencia las cucarachas representan un desafío para la salud pública, especialmente en un contexto donde el uso indiscriminado de pesticidas comerciales puede agravar el problema.
Rosales enfatiza la importancia de adoptar una gestión integrada de plagas que combine diversas estrategias, considerando los hábitos y biología del insecto, como una solución más efectiva y sostenible.
La “supercucaracha”, de tamaño diminuto pero de gran capacidad de adaptación, es capaz de esconderse en grietas y moverse rápidamente por superficies, lo que la hace difícil de controlar.
Ante este escenario, es crucial desarrollar enfoques de control más efectivos y seguros para el medio ambiente y la salud humana, reconociendo la necesidad de abordar esta problemática de manera estratégica y científicamente informada.
Redacción / El Telégrafo