Una parte significativa de los cultivadores de limones en Michoacán cedió ante las presiones ejercidas por grupos delictivos al acceder al incremento en el pago de extorsión conocido como “cobro de piso”. Este pago pasó de 20 centavos a un peso por cada kilogramo de fruta cosechada. Como resultado, los productores de limón han retomado sus labores en la cosecha y envasado del cítrico, pero de manera intermitente.
De acuerdo con los informes proporcionados por los cultivadores de limón de la región conocida como Tierra Caliente, el centro de acopio ubicado en el municipio de Buenavista opera al 80% de su capacidad. Esto se debe a que los trabajadores encargados de la recolección y el empaquetado han regresado a sus actividades laborales.
El incremento en la tarifa de un peso por kilogramo de limones se encuentra vigente desde el año anterior. Los productores y envasadores aceptaron este aumento tras haber enfrentado amenazas de muerte y la posibilidad de que centros de envasado fueran objeto de incendios intencionales.
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