Un trágico accidente sacude la industria aeronáutica rusa este viernes, tras el estrellamiento de un avión Sukhoi Superjet 100 en la región de Moscú, cobrándose la vida de las tres personas que se encontraban a bordo, informaron las autoridades locales.
El avión, operado por Gazprom Avia, una subsidiaria del gigante estatal ruso Gazprom, había despegado de la planta de fabricación de aviones en Lukhovitsy y se dirigía al aeropuerto Vnukovo de Moscú cuando ocurrió el fatal incidente. Según fuentes oficiales, el Sukhoi Superjet 100 había sido recientemente reparado antes de emprender su trágico vuelo.
El Comité de Investigación de Rusia ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar las causas exactas del accidente, marcando este incidente como otro golpe para el modelo de avión, que ha experimentado un historial de seguridad problemático desde su introducción en 2011.
El Sukhoi Superjet 100, celebrado como un avance significativo en la aviación civil rusa, ha enfrentado críticas y preocupaciones debido a sus fallas técnicas y altos costos de mantenimiento.
Incidentes anteriores, como el accidente en Indonesia en 2012 que resultó en la muerte de 45 personas, y el trágico aterrizaje en Sheremetyevo en 2019 que cobró la vida de otras 41, han puesto en entredicho la seguridad y la fiabilidad del modelo.
A pesar de los intentos de Rusia de promover y vender el Superjet 100 a nivel internacional, las aerolíneas extranjeras han mostrado escepticismo y han retirado gradualmente estos aviones de sus flotas.
Las familias de las víctimas y la comunidad aeronáutica internacional esperan ahora respuestas claras sobre las circunstancias que llevaron a este accidente en Rusia.
Redacción / El Telégrafo
