Dinamarca Impulsa la Producción de Amoníaco Verde
Dinamarca ha alcanzado un hito en el ámbito energético con la inauguración de la primera planta del mundo dedicada a la producción de amoniaco verde. Este innovador proyecto, fruto de la colaboración entre Topsoe, Skovgaard Energy y Vestas, promete transformar la manera en que se concibe la energía, buscando sustituir los combustibles fósiles.
Características del Proyecto
La planta, ubicada en Ramme, es un ejemplo de cómo las energías renovables pueden ser aprovechadas para producir amoniaco de manera sostenible. Aquí se destacan algunos aspectos clave:
- Energía Renovable: Emplea fuentes de energía eólica y solar para llevar a cabo la síntesis de amoniaco, lo que contribuye significativamente a la reducción de las emisiones de CO2.
- Electrólisis y Síntesis: Utiliza energía renovable para generar hidrógeno mediante electrólisis, que luego se combina con nitrógeno del aire, adaptando el método de Haber-Bosch para utilizar fuentes de energía intermitentes.
- Flexibilidad y Eficiencia: La planta puede ajustar su producción en tiempo real, optimizando costos y aprovechando la disponibilidad de energía renovable.
- Impacto Ambiental: Se estima que la producción anual de 5,000 toneladas de amoniaco verde derivará en una reducción de 8,200 toneladas de emisiones de CO2 cada año.
Aplicaciones del Amoníaco Verde
El amoniaco verde no solo tiene un papel importante en la producción de fertilizantes, sino que también se presenta como una alternativa viable en sectores críticos:
- Fertilizantes y Combustibles: Su uso como fertilizante y fuente de combustible contribuye a la agricultura sostenible y a la reducción de la huella de carbono.
- Portador de Hidrógeno: Actúa como un eficaz medio de transporte y almacenamiento de hidrógeno, permitiendo su aplicación en el transporte marítimo y terrestre.
Este avance no solo resalta la capacidad innovadora de Dinamarca, sino que también representa un paso fundamental hacia la descarbonización de sectores industriales que históricamente han sido difíciles de electrificar. Así, el amoniaco verde se plantea como una pieza clave en la estrategia de sostenibilidad global.








