Después de días de angustia y preocupación, el obispo Salvador Rangel Mendoza, conocido por su papel como negociador entre grupos criminales en Guerrero, fue encontrado con vida tras ser reportado como desaparecido el pasado 27 de abril. Rangel Mendoza, quien juega un papel destacado en las negociaciones entre Los Ardillos y Los Tlacos, fue objeto de un secuestro exprés que mantuvo en vilo a la comunidad religiosa y a la sociedad en general.
La intervención de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa fue crucial para asegurar la liberación del prelado, que se produjo el 29 de abril después de casi 48 horas de incertidumbre. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado urgente instando al Gobierno Federal a tomar acciones para garantizar la seguridad y la integridad del obispo.
El fiscal del estado de Morelos, Uriel Carmona Gándara, informó a los medios que Rangel estaba siendo atendido en el Hospital General “Dr. José G. Parres” después de haber sido presuntamente víctima de una privación ilegal de su libertad de forma temporal.
Según reportes del diario Milenio, la última vez que se tuvo conocimiento del paradero del obispo fue en el restaurante Pizzeta Tradicional Uní-ks, ubicado en el estado de Morelos. La comunidad religiosa no tardó en presentar una denuncia por la desaparición del sacerdote, mientras que Carmona sugirió que el prelado pudo haber sido víctima de un robo, específicamente de grandes sumas de dinero.
Por el momento, Rangel se encuentra estable y se espera una pronta recuperación. El funcionario público destacó la importancia de brindarle los cuidados adecuados teniendo en cuenta su edad y el difícil trance que ha enfrentado.
Redacción / El Telégrafo
