Illinois, EE.UU. — Un trágico incidente ha sacudido a la comunidad de Illinois tras la publicación de imágenes que muestran a Sean Grayson, ayudante del sheriff, disparando mortalmente a Sonya Massey, de 36 años, durante un llamado de emergencia. Massey, quien padecía de paranoia esquizofrénica, había alertado a la policía por un presunto intento de intrusión en su hogar.
Según el relato oficial, los agentes respondieron al llamado de Massey, indicándole que sacara agua hirviendo de la estufa. En un momento tenso, cuando Massey se aproximó con el agua caliente, los agentes le ordenaron que retrocediera, lo cual generó confusión y tensión en el ambiente. En medio de la situación, Massey aparentemente hizo un movimiento que fue percibido como una amenaza por los agentes, quienes sacaron sus armas.
“Lo siento, lo siento”, fueron las últimas palabras de Massey mientras se disculpaba rápidamente. En respuesta a lo que pensó era una amenaza con el agua hirviendo, Grayson disparó tres veces, impactando fatalmente a Massey, incluyendo un disparo que le causó una herida letal.
El ayudante del sheriff Sean Grayson fue arrestado y enfrenta tres cargos de asesinato en primer grado. Actualmente se encuentra detenido sin posibilidad de fianza mientras las autoridades continúan investigando el incidente que ha suscitado críticas y demandas de justicia por parte de la comunidad y grupos defensores de los derechos civiles.
La polémica en torno a este trágico suceso resalta los desafíos y la necesidad de una mejor capacitación para las fuerzas del orden en situaciones que involucran a individuos con problemas de salud mental. Se espera que el caso de Sonya Massey arroje luz sobre las prácticas policiales y genere un debate sobre la respuesta adecuada a emergencias que involucran a personas vulnerables.
Redacción / El Telégrafo
