La refinería Antonio M. Amor en Salamanca, Guanajuato, tuvo un aparente fallo en el suministro eléctrico que desencadenó una fuga de gas tóxico que resultó en la pérdida de tres vidas humanas y dejó a otros tres trabajadores gravemente intoxicados.
El incidente, que ocurrió alrededor de las 15:00 horas, se desencadenó por una falla en la planta catalítica y la unidad 12, lo que provocó un paro generalizado en todas las 53 plantas de proceso de la refinería. Testimonios de los trabajadores indican que las víctimas fatales quedaron atrapadas en áreas donde los sistemas de ventilación y evacuación aparentemente no funcionaron correctamente, exponiéndolos al gas tóxico.
Además de las pérdidas humanas, tres trabajadores más resultaron gravemente intoxicados debido a la inhalación de los gases nocivos y fueron trasladados de inmediato a un hospital cercano para recibir tratamiento médico urgente.
Si bien aún no se ha confirmado oficialmente por parte de Pemex, se especula que el gas involucrado en el incidente podría ser ácido sulfúrico o azufre, ambos altamente peligrosos en caso de inhalación.
El impacto de esta tragedia no se limita solo a las víctimas y sus familias, sino que ha generado una suspensión total de las operaciones en la refinería mientras las autoridades llevan a cabo una exhaustiva investigación para determinar las causas exactas del incidente. Este proceso también busca identificar cualquier falla en los protocolos de seguridad y establecer medidas preventivas para evitar futuros accidentes que pongan en riesgo la seguridad de los trabajadores y la comunidad en general.
Redacción / El Telégrafo
