Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del cártel de Sinaloa, se declaró no culpable de los cargos de narcotráfico en su primera comparecencia ante la justicia estadounidense. La audiencia tuvo lugar el viernes 26 de julio en Texas, donde Zambada fue detenido el día anterior. Tras su comparecencia, el líder narcotraficante fue enviado a prisión preventiva mientras se resuelven los cargos en su contra.
Apenas horas después de su arresto, se generaron especulaciones sobre el destino de su caso. Aún no se ha definido si será procesado en la Corte del Distrito Oeste de Texas o en otro distrito, como el de Nueva York, que fue escenario del llamado “juicio del siglo” contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, otro destacado miembro del cártel de Sinaloa.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, destacó la importancia de la detención de Zambada y de Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, en un comunicado donde elogió el trabajo de las agencias encargadas de la captura. Biden aseguró que los dos líderes del cártel “enfrentarán la justicia en los próximos días” y describió al cártel de Sinaloa como una de las organizaciones criminales más letales del mundo.
Por otro lado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, solicitó a Estados Unidos un “informe completo” sobre la operación, subrayando la necesidad de transparencia en los detalles de la detención. Durante su rueda de prensa matutina, López Obrador enfatizó que el gobierno mexicano no participó en la operación y reiteró su llamado a la administración estadounidense para proporcionar claridad sobre los eventos.
Zambada, de 76 años, ha sido uno de los fugitivos más buscados, con una recompensa de 15 millones de dólares ofrecida por la DEA. Su arresto marca un hito en la lucha contra el narcotráfico, mientras el caso continúa desarrollándose y la atención internacional se centra en los próximos pasos judiciales.
Redacción / El Telégrafo